"Una vida, una imagen, una causa"
Esta es mi fotografía en la exposición fotográfica "Una vida, una imagen, una causa" de la Fundación Manos Unidas por Autismo. Igual que en la exposición, me gustaría compartir mi experiencia con la niña que me asignaron para fotografiar y su familia:
"Yo siempre he creído que la fotografía debe tener un propósito, que por su gran sinergia mediática tiene la oportunidad de dar voz a muchas personas que no las tienen. Cuando Imagen 83 me convocó para involucrarme en este proyecto de la Fundación Manos Unidas por Autismo, no lo pensé dos veces. Tuve el honor adicional de fotografiar a una jovencita preciosa, Edith Abreu Rodríguez, que tiene la dicha de contar con una familia maravillosa que la entiende y ayuda con su condición. Edith sonríe a menudo y es muy afectuosa y sabe reciprocar el cariño que se le ofrece. Para mí fue obvio que el afecto comunica más que las palabras en este núcleo familiar (que aparte de sus padres cuenta con una hermanita menor y su abuela materna) que ha conseguido que Edith no solo se integre en su escuela, donde es apreciada por sus profesoras, compañeritas y compañeritos, sino que además es una atleta, medallista en la disciplina de atletismo que practica todos los sábados.
Para mí la experiencia fue muy enriquecedora y esperanzadora. En una sociedad donde la delincuencia, la corrupción y la mala fe parecieran ganar cada vez más terreno, es verdaderamente refrescante encontrar personas auténticas, que a pesar de los sacrificios que conlleva la convivencia con una persona especial, son capaces de ajustarse y transformar esto en una bendición, en una fuerza cohesionante."
"Yo siempre he creído que la fotografía debe tener un propósito, que por su gran sinergia mediática tiene la oportunidad de dar voz a muchas personas que no las tienen. Cuando Imagen 83 me convocó para involucrarme en este proyecto de la Fundación Manos Unidas por Autismo, no lo pensé dos veces. Tuve el honor adicional de fotografiar a una jovencita preciosa, Edith Abreu Rodríguez, que tiene la dicha de contar con una familia maravillosa que la entiende y ayuda con su condición. Edith sonríe a menudo y es muy afectuosa y sabe reciprocar el cariño que se le ofrece. Para mí fue obvio que el afecto comunica más que las palabras en este núcleo familiar (que aparte de sus padres cuenta con una hermanita menor y su abuela materna) que ha conseguido que Edith no solo se integre en su escuela, donde es apreciada por sus profesoras, compañeritas y compañeritos, sino que además es una atleta, medallista en la disciplina de atletismo que practica todos los sábados.
Para mí la experiencia fue muy enriquecedora y esperanzadora. En una sociedad donde la delincuencia, la corrupción y la mala fe parecieran ganar cada vez más terreno, es verdaderamente refrescante encontrar personas auténticas, que a pesar de los sacrificios que conlleva la convivencia con una persona especial, son capaces de ajustarse y transformar esto en una bendición, en una fuerza cohesionante."
Comentarios
Bellísimo trabajo Pedro.
Saludos desde el Mediterráneo.