Última venta

No le había ido mal este día, solo le quedaba un pescado antes de irse. Ya era de noche y llovía, quería...tenía que vender ese pescado. Tenía los chelitos del pasaje y los de ponerse al día en el colmado, pero el pulpero no le iba a renovar el fiao acabando de pagarle, eso taba como pendejo. Iba a vender este hermoso ejemplar para llevarle comida a su mujer y sus muchachos. Tenía que darse prisa, antes de que los malandros se adueñaran de la esquina, así que decidió hacer su última jugada. Se acercó al vidrio de un conductor y le presentó su pescado como un trofeo, pero le ofrecieron menos de la mitad de lo que tenía en mente y con una sonrisa declinó desde la primera puja...no se puede negociar a partir de un precio ridículo. Se dió la vuelta y esperó un motoconcho pero su vecino Rafuche que andaba en su setenta, lo alcanzó a ver primero y le dio una bola. También le ofreció 4 ventanas por el pescado y sin pensarlo se lo vendió. En el camino iba pensando todo el tiempo, mientras Rafuche le montaba un conversao paralelo, que la dignidad no se negocia, pero la nobleza obliga.

Comentarios

giovanna ha dicho que…
Me gusta que retomes escribir tus relatos cortos
I loved it....<3
Giovanna M.
Sheila ha dicho que…
Que fotasa! QUE FOTASA, vuelvo y repito.

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