Así te vas...Nide.

Esta foto intenta ser un homenaje a una persona que se marchó el pasado lunes dejando un gran vacío físico en la vida de uno de mis MEJORES AMIGOS, Fausto Hernández Fontana. Conocí a Nide una sola vez en la vida en la primera exposición fotográfica de Fausto, y la recuerdo pequeñita de estatura, pero a través del testimonio de todos los que la quisieron su figura crecía cada vez más. Madre sin ADN, pero que parió con el cariño a Fausto, me atrevo a decir que en cierta forma me parió a mí también, porque soy hermano de Fausto y porque desde el momento en que participé de su último adiós me siento renacido. Sensación extraña verdad? Solo quien estuvo presente puede entenderme.

Decía Nide que cuando muriese iba a quedar así *hacía unas piruetas y se quedaba agachada y tranquilita*, como una ciguita que nace...aunque resulte irónico con su muerte brotan muchas cosas lindas, como el recuerdo de tantas cosas hermosas, los primeros trazos de Fausto y su hermano, las notas del colegio, las cartas entre amiguitos, un recorte del periódico...TODO lo guardaba Nide con orgullo. Y quizás lo más importante y hermoso que surge, es la revalorización de su vida y su influencia. Cuando veo a la Familia Hernández Fontana, a Doña Marina y a Don Fausto guardando la memoria de esta pequeña gran mujer sin el celo de progenitores sino la solidaridad en la potestad compartida en la atención a sus hijos...ahí es que Nide se hace ENORME. Ver las personas que son Fausto y Rubén es todo un homenaje para ella (trabajadores, con un sano y fino sentido del humor, dignos, serios, eternos curiosos, exitosos...amigos de corazón). Se marcha dejandonos plenos a todos, incluso a mí que ví su sonrisa una sola vez en su vida y las lágrimas de tristeza y sonrisas de satisfacción de los agradecidos por haberla conocido.