Preludio de una fiesta
Fuimos convocados a una fiesta de observación de estrellas, pero antes de que estas llegaran, hicimos una parada para contemplar el cielo donde ellas mismas se nos revelarían apenas horas después. La belleza de las obras de Dios son increíbles, es como si cada atardece de invierno dibujara maravillosos y dramáticos colores con su pincel, solo para esfumarlos con el borrador de la noche, inspirarse de nuevo con el alba y otra vez con el ocaso del día siguiente.
Comentarios
sencillamente magnifico!!!
besitos
Exitos,