Espeleólogos
Dedicada a mis amigos Ronny Morales, Manolito Valera, César Augusto Castro Serra, Neil Checo y Francis Cabreja, por las veces que subimos al Mirador del Sur desde desde nuestro barrio, Los Jardines del Sur (valga la "rimbombancia"), para luego meternos en las cuevas del famoso "Paseo de los Indios", cuidandonos de cacatas y murciélagos, linterna en mano, corazón en la boca, guayones en las rodillas y algún que otro tobillo torcido, expectativa de encontrar un río que nunca vimos pero siempre oímos, mochilas del anterior año escolar, desiertas de libros y llenas de galleticas Guarina, Salchichas JaJá y una barrita de Chocolate Embajador (para recuperar fuerzas), cantimploras con refresco rojo que nos dejaba con más sed (a nadie se le ocurría vender agua en botellitas, porque el agua no se le negaba a nadie), corozos en los bolsillos para hacer anillos, junto a caracolitos y piedras marinas. Al final, luego de emular a grandes exploradores y bajar por el farallón (justo por donde hoy cruza el tunel de "La Núñez", aún nos quedaban fuerzas para volver a ser niños y jugar en los columpios del Club LJS. Gracias compañeros, por ser cómplices, por ser hermanos!
Esta cueva de la foto es una maravilla que es y no es, una mezcla de recuerdos y realidades, con un poco de fantasía.
Esta cueva de la foto es una maravilla que es y no es, una mezcla de recuerdos y realidades, con un poco de fantasía.
Comentarios
Feliz finde Pete...
Qué buenos recuerdos y qué bella la foto y lo que se intuye de la cueva.
Fui exploradora aventurera debajo de una sábana con una simple linterna, y cuando no tenía con quien compartir mis exploraciones, mis propios pies me servían de enemigos o amigos, dependiendo del guión. Creo que por eso me crecieron tanto.
Y ahí me quedé con esa fantasía casi intacta.
Un abrazo, Pedro,
Gracias por los recuerdos.
Me parece andar con los tigueritos investigando las cuevas, con los refrescos rojos (que ya no saben igual) y las latitas de salchichas.
Hoy en día los niños no pueden hacer nada de éso, la vida se complicó, los peligros de estos tiempos les niegan vivencias como las nuestras.
Que lean tus páginas, es lo que les queda...