Uno de los secretos mejor guardados en Fotografia...
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El otro día presentaba el tema "Conociendo al sujeto" al grupo de fotografía f/64 al que pertenezco, junto con algunas fotos de temas particulares en lo que me ha sido necesario anticiparme o estar al tanto de algun detalle del sujeto en cuestión. Me gustó tanto el tema que voy a presentarlo con más detalles tal vez en otra reunión de amigos o en una librería...ya veremos. Luego de la exposición, se me acercaron varios amigos a preguntarme algunas cosas. Un cuestionamiento que me halagó mucho me lo hizo Romy, la esposa del amigo Miguel Acevedo..."Como es que usted consigue hacer fotos taaan bonitas?"
Con el corazón aún queriendose salir del pecho, revisé rápidamente el disco duro de mi cerebro, tratando de darle una respuesta en la que mi ego no se viera envuelto, y le dije:
-Mira, hay un secreto en la fotografía que no mucha gente sabe...
El Salón completo, como con unas veintitantas personas...se llenó de un silencio absoluto...y no faltó quien sentenciara: "Diale, se callán todito!". Proseguí...
- A veces, el ángulo en que tires la foto es todo!
Todos retomaron su rutina conversacional y su zampado picaderil y no los culpo...es que es una verdad tan obvia que no todo el mundo le hace mucho caso. Si el célebre fotógrafo de naturaleza Arthur Morris considera que es lo suficientemente interesante como para hablar de esto en su libro "The Art of Bird Photography", algo más debe de haber que muchas veces es invisible a los ojos. Puse como ejemplo esta foto de un Chorlito Corredor (Charadrius alexandrinus) en su nido. Estaba en un lugar donde sus colores crípticos hacían que se confundiera con todo lo que había a su alrededor, tierra, piedra, restos de conchas...todos estos con un uniforme color marrón. Comenzamos por hacerle fotos desde lejos, desde una posición cenital, hasta que caímos en cuenta que tomarle la foto casi al ras del duelo era mejor, y ofrecía un fondo difuminado, más hermoso. En la distancia estaban las dunas y más allá un precioso cielo azul que solo se podía conseguir poniendo la cámara totalmente a ras del suelo y para componer literalmente estaba quemandome las mejillas contra la tierra. No me arrepiento...conseguí exactamente la imagen como la quería, con la ternura de un ave en su nido (con los ojos suficientemente abiertos para vernos y suficientemente cerrados para hacerse aun más invisible) y con un cielo azul que le da contraste y variedad a la foto.
"Cuando algo te deja con la boca abierta, es el momento de apretar el disparador" - Harold Feinstein.
Comentarios
Exitos,
En el caso de las aves...iran de robo cuando esten al raz del suelo...porque no quisiera verte volando! jijijiji! :P
=D
Logras captar lo bello de la vida y nos llevas a ese mundo mágico a través de tu lente.
Cada vez admiro más la belleza de tus creaciones y me lleno de ilusión al solo pensar que algún día yo llegara a tomar fotos como las tuyas.
Espero de todo corazón que sigas teniendo éxito.