Controles naturales
El lugar por donde vivo tiene la particularidad de que tiene muchos edificios en proceso de construcción y los desechos que generan los trabajadores atraen una cantidad desmesurada de ratas. El otro día en que me pasaban a recoger unos amigos para ir a un Photo Safari, me comentan:
-Diache men, pero esto es Ratalandia que está en esta calle. Por ahí ví par de Ratas que seguro ya sacaron cédula!
- Sí ombe, -contesté- hay que conseguirse par de lechuzas.
Yo sé que suena medio raro, no me miren ustedes también así...pero es la costumbre de vivir en el monte, de entender la cadena alimenticia y de manejar el tema de los beneficios de tener lechuzas cerca, aunque para muchas personas les cause repulsión e incluso miedo la idea. La verdad es que ahora que lo pienso parace bastante naif el comentario, como de fanático de Discovery Channel, jejeje...
- Oyesavaina!!! Lechuzas!!! Sueltate un gato ahí y tú vas a ver como se resuelve ese problema diunavé!
Lo apero del caso es que a mí ni siquiera se me había ocurrido pensar en un gato, jajaja, fíjense como está uno improntado con la naturaleza. En este caso probablemente sea lo mejor, habida cuenta de que la reserva natural que me queda más cerca de donde vivo es el Jardín Botánico Nacional y que por consiguiente no creo que se vayan a afectar las aves que viven allí. Pues sí, probablemente consiga un misifús para que haga su agosto en Enero y Febrero.
Pero no todos los experimentos para establecer controles naturales han resultado bien. En nuestro país se introdujeron mangostas (jurones) para supuestamente acabar con una plaga de ratas que existía y como dice Felipe Polanco "Boruga":
- Lo que pasa es que después que los soltaron los jurones se dieron cuenta que las gallinas sabían mejor.
Y así establecimos en nuestro país no solo una peligrosa peste que tiene un fuerte impacto en las aves de corral, sino también en la transmisión de la rabia...qué joyita!
Hace poco leí que la isla australiana de Macquarie removió a todos los gatos salvajes para permitir que las colonias de aves marinas pudieran prosperar, pero sucede que entonces hubo una explosión demográfica de la población de conejos que si bien no se alimentan de aves sí afectaron el habitat de estas destruyendo la frágil vegetación que les servía a las aves de protección. Un errorcito que implica 16 millones de dólares para remediarlo y que compromete décadas de esfuerzo conservacionista. A veces lo que nos parece más normal podría no serlo.
Comentarios
Yo quiero una lechuza de mascota... para que me van con esos ojotess! y quiero un gato negro...son bellos, sus ojos jeimosos y embelezantes y claro, yo no creo en eso de la mala suerte.
Las lechuzas, definitivamente son más efectivas.
Por cierto aún no me decido de cual foto me gustó mas, estan preciosas las dos.
Saludos
ni a mis gatos, que tengo 4..
por cierto!! el nombre de tu blog me encantó a mí también...
saludos desde ALC
El ecosistema no se puede alterar de ninguna manera, a la larga el balance natural reclama su curso, al igual que los ríos secos.
Creo haber oído una vez que para quemar los cañaverales bañaban un gato con gasolina y lo soltaban como antorcha. Es un crimen aunque no me gusten.
LA NEGRA