"Papi, yo lo quiero mucho..."
Fueron las últimas palabras que le dije, junto con un apretón de manos que nunca olvidaré. Me despedí de mi padre viendolo llorar de dolor por primera vez en la vida (por nuestra despedida y porque realmente le dolía)...a consecuencia del Cáncer en el pulmón habían tenido que drenarlo esa mañana y el síndrome del desgaste...tan típico de esa enfermedad, ya comenzaba a reclamar aposento en el cuerpo de Don Pedro. Ya era hora de marcharnos de la Plaza de la Salud y la presión comenzaba a bajarle...a las 3 de la mañana me llamó mi hermana Mily que junto con mami se habían quedado allá para comunicarme que papi acababa de fallecer...la próxima vez que ví a Papi fue en la Morgue y allí no aguanté más...siempre he sido relativamente fuerte ante las situaciones difíciles, pero ahora que tenía al cuerpo de mi padre frente a mí, experimenté una de las más grandes catarsis de mi vida...la otra vendría dos días después, luego de leer el panegírico que preparé para su funeral.
Fue doloroso verlo ir, sobre todo a causa de esa enfermedad, pero fue un honor INMENSO haber compartido con él toda una vida. Me parece experimentar los momentos en que me llevó a ver la Virgen de Las Mercedes en Ciudad Nueva, de cuando se quedaba pensativo mirando a la luna mientras consultaba con la uña de su pulgar derecho como descifrar los misterios de manejar un negocio propio, o cuando nos íbamos a recortar el pelo cerca del Parque Independencia, de cuando nos parábamos en la Panadería Las Mercedes antes de subir a Jarabacoa, o cuando nos sentábamos a comer cangrejos en la Calle Santomé y en Los Jardines del Sur, con una mano de pilón para moler las patitas y las muelas de esos cangrejos blancos, amarillos, morados, colorados y hasta azules...realmente exquisitos. Pero la imagen que más guardo es la de su sonrisa espontánea que acompañaba de la clásica expresión: "JA-JA-JA...queeeee bueeeeeno!!!", así parece decir ese gordito de la foto y en su cara encontré la sonrisa de mi padre.
Insisto...luego de 5 años, como en nuestra despedida y como siempre..."Papi, yo lo quiero mucho!!!"
Comentarios
La vida nos esnseña a ser fuertes en momentos como estos en el que Dios elige flores para adornar su jardín, al final de todo nos queda la satisfacción de lo compartido, los buenos recuerdos que son los que nos mueven, de donde nunca nos expulsan y nos hacen ser a través del ejemplo de otra persona mejores seres humanos, por eso debemos valorar a quienes están a nuestro lado porque no sabemos cuando sea el último día que los veamos.
Abrazos
Realmente es un momento muy difícil despedirse de nuestros padres en el lecho de muerte. Yo también lo pude hacer (otros trístemente no tienen ese chance) y sé lo que es eso.
A veces nuestros padres se nos van cuando todavía no los hemos "disfrutado" lo suficiente, o cuando todavía nos falta crecer mucho con ellos, o aprender mucho de ellos. Por más manganzones que seamos me parece que nunca llega ese momento de conformarse y dejarlos ir.
Finalmente, se debe dar las gracias por tener padres (no me refiero a madres en estos párrafos, sino padres) que hayan compartido realmente con nosotros sus hijos, y que nos hayan dado el calor y el amor que necesitamos; tampoco me parece que muchos pueden decir que lo han tenido, tu padre se ve que sí fue así, que compartió con su hijo como relatas en tu blog.
Un fuerte abrazo de
Arturo
Quisiera escribir tantas cosas...pensamientos...sentimientos...recuerdos...nostalgias...
Pero en esta ocasión voy a preferir no hacerlo...
Un fuerte abrazo,
Melissa
Se q la diafana sonrisa de Don Pedro, te seguira acompañando, en todos tus momentos importantes..Espero q al resto de nosotros tambien, la de nuestros seres..q nos sonrien desde lejos..
Alguien me dijo en el funeral de mi papa..Mi hijo ten conformidad..pero lo mas dificil vendra despues..creeme, ya todos ustedes lo han dicho..
Afectos,
La partida de un ser querido, sea esperada o no, es siempre angustiosa, más tratándose del caso del padre de uno…. como que a uno se le extirpa una raíz esencial….
Para muchos, como en mi caso, son de esos momentos decisivos en que aprecian y toman consciencia claramente de cuán valiosa y preciosa es la vida.
Permanecen eternamente en nuestro interior la memoria de los momentos compartidos, los aprendizajes, el amor recibido en sus diversas manifestaciones.... Eso sí que lo podemos atesorar durante toda nuestra vida.
Creo personalmente que honramos a nuestros padres tratando incesantemente de convertirnos cada día en mejores seres humanos, llegando, en el caso ideal, a lo que el máximo de nuestro potencial nos permita. En esa senda, Pietro sí creo que vas con muy buenos pasos :-)
Abrazos.
No sabes las veces que repito ese dia en mi mente y sólo pensar que me quedaban tantas millas por volar para por lo menos poderlo ver. Y lo peor del todo saber que ya la despedida no iba a ser cara a cara.
El viernes recorde mucho, incluso el que papi tal vez no estaba listo para dejarnos, pero solo con pensar en el dolor que esa enfermedad causa, no quisiera ser egoista y desear que todavia estuviera en agonia.
Creo que tus palabras hacen justicia cuando dices que papi tenia una risa contagiosa. Muchas veces yo me reia solo con verlo reir, aunque no supiera de que se estaba riendo. Y el muchacho en la foto tiene ese mismo efecto. No se de que se sonrie, pero se ve que lo esta disfrutando.
Un abrazo fuerte,
Oddy
Chuma la candela máquina holandera oh oh oh oh maquina holandera Maquina holandera!!..
No se como se me paso esta entrada tuya en tu blog. Tal vez por que entro mensual pues me gusta leerlo como un libro y con todas estas cosas ahora me se hace,(jejejeje cheqeea la gramatica) un poco mas dificil. Pero de esta entrada comentare que el dia y la hora y el segundo estan latentes todavia. Y que el recuerdo de ese dia es tan vivido como las experiencias del dia de hoy. El dolor de no verle me consume todavia y me quema el saber que no esta con nosotros.
Nuestro padre manito fue uno en un millon y no solo su risa, su mirada,su voz (ya hicieron la plana, eh?) Su caminar, su intgridad y su sentido de la justicia, la moral.Lo hicieron nuestra base. Como bien dice Lissy, su amor a la naturaleza y ha nuestro pais, lo transmitio cada uno de nosotros. Su paciencia con todos sus hijos, su afan de trabajo, etc...
Recuerdo bien esas ultimas palabras manito y tambien recuerdo las ultimas de el para ti. "Yo tambien te quiero mucho mi hijo", mientras apretaba tu mano en correspondencia.
Que valiente eres manito que puedes hablar de esto abiertamente ya. Yo todavia no he dicho a nadie lo que vivi esas ultimas 2 horas. Es como volver a revivir el trauma de que me arranquen toda la piel viva.
Esos dias aunque los revisito diariamente en mi cabeza y no fueron, gratos ni ffelices. Son mi mayor tesoro.
Besos hermano del alma. Te adoro!!!!
Ahorita llamare a mi padre y a mi madre tambien para decirle que yo tamhien les quiero mucho.
Gracias y que tengas un buen dia!
P/D
Me encanta cuando un hijo habla de esa manera de su padre.