Asio oniricus
Esto que ven aquí es una textura de un árbol de Eucalipto que hice hace dos meses en la Cordillera Central, junto a mi gran amigo Enrique Ureña y el Maestro Domingo Batista. Recuerdo que insistentemente les decía que yo veía una lechuza orejita en esas texturas, y que ella estaba en una rama de un árbol y que detrás de ella había una luna. Enrique asentía compasivamente, entre incrédulo y dudoso y el maestro solo se reía y con los ojos chinitos decía "estos artistas!". Por unos segundos me sentí como el carajito de "Sixth Sense"...dizque "I see dead people". La textura me mortificó por un tiempo, no solo por los laberintos sinuosos que me mostraban formas que otra gente (excepto mi hermano Kutty Reyes) no veía, sino porque me recordaba un episodio del pasado mes de Enero, cuando junto al Cimarrón Mayor Panta y Marino González fui a Sierra de Bahoruco a buscar la Lechuza Orejita, un ser enigmático y con categoría de "Críticamente Amenazada" (Categoría que precede a la última, que es la Extinción), principalmente porque se tiene muy poca información de ella. Y no solo me recordaba aquella búsqueda, sino que me espueleaba en los hijares para que saliera de nuevo a buscarla. Un día me puse a entretenerme, tratando de reconstruir lo que yo había visto en la textura y salió algo así:
Una especie de pintura naif que quizás perfeccione un día, pero por ahí va la cosa...la llamo Asio oniricus, porque es producto de una especie de ensoñación. De manera que cuando el Cimarrón Mayor me invitó a reeditar la aventura del pasado mes de Enero, pero esta vez pasando solo 4 días, hice mis maletas y me embarqué en la aventura de inmediato, consciente de que era probable que me topara de nuevo con esta ave estrígida que tanta gente asoció en el pasado con el mismo diablo y que para mí era tan hermosa como un ángel. El primer día llegamos a la Sierra a las dos de la mañana y solo atinamos a llegar a dormir en Aceitillar, en el corazón mismo de la Sierra Encantada. Todos los días siguientes fueron productivos, pero específicamente el Viernes y el Sábado en la noche nos dedicamos a buscar a este Búho de Copetes que en Cuba llaman "Siguapa" (así mismo, con "s") y en Haití llaman Mét Bwa y Chouette. Nos internamos en los pinos acompañados de una media luna y finalmente dimos con el ave y pudimos fotografiarla bien, a diferencia del viaje de Enero, cuando logramos apenas una imagen cada uno y no tan buena como queríamos. Les presento esta imagen, una composición de una foto de Lechuza y otra de la luna.
La luna y el ave estaban ahí con nosotros en Bahoruco, solo que no estaban alineados de esta manera. No lo analicen mucho, que es más bien una inspiración artística que de documentación. Los ojos rojos son producidos por el flash, y si la luna fuera de ese tamaño querría decir que se salió de su órbita y anda como una canica brincando en el espacio.
Ahí les va su moraleja jóvenes, como decía el Gran Mario Moreno (Cantinflas):
La perseverancia rinde frutos. Comparto una frase de George Bernard Shaw, asociada íntimamente con este tema:
"Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias, creándolas si no las encuentra."
Y es más...me la voy a jugar pero voy a cerrar con tremendo cliché que me permito reproducir solo porque es una tremenda verdad.
"Persigue perseverantemente tus sueños"...se oye fresita y todo, pero es la que sintetiza exactamente lo que quiero decir, en base a la experiencia que les conté y al título de esta entrada.
Una especie de pintura naif que quizás perfeccione un día, pero por ahí va la cosa...la llamo Asio oniricus, porque es producto de una especie de ensoñación. De manera que cuando el Cimarrón Mayor me invitó a reeditar la aventura del pasado mes de Enero, pero esta vez pasando solo 4 días, hice mis maletas y me embarqué en la aventura de inmediato, consciente de que era probable que me topara de nuevo con esta ave estrígida que tanta gente asoció en el pasado con el mismo diablo y que para mí era tan hermosa como un ángel. El primer día llegamos a la Sierra a las dos de la mañana y solo atinamos a llegar a dormir en Aceitillar, en el corazón mismo de la Sierra Encantada. Todos los días siguientes fueron productivos, pero específicamente el Viernes y el Sábado en la noche nos dedicamos a buscar a este Búho de Copetes que en Cuba llaman "Siguapa" (así mismo, con "s") y en Haití llaman Mét Bwa y Chouette. Nos internamos en los pinos acompañados de una media luna y finalmente dimos con el ave y pudimos fotografiarla bien, a diferencia del viaje de Enero, cuando logramos apenas una imagen cada uno y no tan buena como queríamos. Les presento esta imagen, una composición de una foto de Lechuza y otra de la luna.
La luna y el ave estaban ahí con nosotros en Bahoruco, solo que no estaban alineados de esta manera. No lo analicen mucho, que es más bien una inspiración artística que de documentación. Los ojos rojos son producidos por el flash, y si la luna fuera de ese tamaño querría decir que se salió de su órbita y anda como una canica brincando en el espacio.
Ahí les va su moraleja jóvenes, como decía el Gran Mario Moreno (Cantinflas):
La perseverancia rinde frutos. Comparto una frase de George Bernard Shaw, asociada íntimamente con este tema:
"Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias, creándolas si no las encuentra."
Y es más...me la voy a jugar pero voy a cerrar con tremendo cliché que me permito reproducir solo porque es una tremenda verdad.
"Persigue perseverantemente tus sueños"...se oye fresita y todo, pero es la que sintetiza exactamente lo que quiero decir, en base a la experiencia que les conté y al título de esta entrada.
Comentarios
Gracias por compartir!
AnaPa.
Gracias por compartir esta historia. Ayuda a otros que tambien tienen mucha imaginacion a sentirse que no estan solos y que pueden utilizarla de forma creativa.