Como para volar chichiguas...

Más allá de la dulce sensación que provoca el azúcar en el sentido del gusto, o del placer de los catadores que aprecian un buen y añejo ron, la caña está ligada a los sueños de los niños. Cuando llegan los pendones (flor de caña) es tiempo de colectar las varitas que servirán para ensamblar el esqueleto de las chichiguas (cometas). Pero además, son estas mismas flores las que evidenciarán el paso de la brisa, y permitirán a los niños lanzarse al encuentro con un golpe de viento, que les permita maniobrar con destreza y encampanar sus sueños e ilusiones bien arriba.

Hoy es un día así, como para volar chichiguas.