Siempre me ha gustado el colorido de nuestra arquitectura vernácula.
De las cosas que más añoro de aquellos años cuando iba al campo a visitar a mi abuela es ver esas casitas de campo con sus flores, sus patios bien barridos, todo recogido en el hogar, las cocinas, generalmente hechas contiguas a la casa, donde todo utensilio brillaba a pesar de que se cocinaba en fogón, son de las cosas que más añoro de aquellos años.
He visto como ya han desparecido muchas de esas casitas porque la gente ha ido progresando y las ha cambiado por casas de hormigón y ya no cojen calor con el fogón! ;-)
Compadre, yo creía que usted se había graduado hace mucho pero se ha graduado de nuevo. Se ha superado a sí mismo puesto que ésta parece un cuadro costumbrista, no una fotografía. La textura parece realizada por pincel. Visítese el blog de Jaime Guerra, www.elmaremoto.blogspot.com, que también tiene fotos muy buenas, ya yo lo he puesto a él a que lo visite a usted. Un abrazo, Laura
Uau, queria estar ahi en esa esquina de colores, en una película de colores, en un mundo de colores. Gracias, Pedro, por transportarme a un mundo de sueños... Cristiane Grando
Comentarios
Siempre me ha gustado el colorido de nuestra arquitectura vernácula.
De las cosas que más añoro de aquellos años cuando iba al campo a visitar a mi abuela es ver esas casitas de campo con sus flores, sus patios bien barridos, todo recogido en el hogar, las cocinas, generalmente hechas contiguas a la casa, donde todo utensilio brillaba a pesar de que se cocinaba en fogón, son de las cosas que más añoro de aquellos años.
He visto como ya han desparecido muchas de esas casitas porque la gente ha ido progresando y las ha cambiado por casas de hormigón y ya no cojen calor con el fogón!
;-)
Saludos,
Ángelrl