Hasta luego, Don Freddy

Pedro Genaro:

Desde niño siempre tuve una particular admiración por Freddy Beras Goico. Yo creo que tiene mucho que ver con que era una persona que decía lo que pensaba, sin temor a consecuencias y armado de la fuerza de la pasión y las palabras a quemarropa...dentro de mi universo infantil, era la persona idónea para ser Presidente de la República...la gente lo adoraba, era de carne y hueso (lo ví llorar en varias ocasiones, impactado por las circunstancias de una persona enferma o por las necesidades de los demás) y era simpático...se imaginan un presidente así? El tiempo me demostró que Freddy hacía mucho más desde donde se encontraba que maniatado por la política, y entonces me arrepentí de imaginarme siquiera echandole esa vaina. Si alguien quiere saber por qué, solo tiene que ver su personaje de Melecio Morrobel.

Ya sea a través de sus denuncias explícitas, como a través de su fino humor, Don Freddy dijo grandes verdades y hablaba yo con mi amiga Halina que esa voz no se puede perder, porque la obra de Freddy hoy más que nunca debe sonar más fuerte. Precisamente a través de Halina me enteré yo un buen día que Don Freddy leía este blog pues Halina acostumbra enviarle a varios de sus amigos los resúmenes que le llegan a tarvés del correo

Esto fué lo que escribió Don Freddy en aquella ocasión, hace casi un año exacto:

2009/11/16 FREDDY BERAS-GOICO
Querida Halina:

Estas crónicas son, sencillamente, maravillosas.

Dentro de una hora parto hacia el Mass General Hospital a mi chequeo de rutina y, parece

mentira, estas foto-crónicas, sobre todo la del Barrancolí, me han llenado de alegría.

Todo va a salir bien pues viajo en compañia, de mi mujer y de mi enllave Jesús. Ninguno de los dos me falla.

Un abrazo.

Freddy.
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Como le dije en aquella ocasión me dió mucha satisfacción retribuir de una mínima forma las múltiples alegrías y enseñanzas que nos dió.

Aprovecho la oportunidad para transmitirles unas reflexiones de Halina sobre Don Freddy:

Halina Rewkiewicz:
Me parece que se puede hablar de todo de Don Freddy pero lo más importante es que ahora se escuche su voz y que en consecuencia materialicemos su mensaje, su legado, que sea un legado vivo y en acción como era él que llegaba alguien con una necesidad al canal y ahí mismo le buscaba solución, no para después. Ayudaba sin mirar a quien y no le temblaba ni el pulso ni la voz para eliminar el problema que causaba el sufrimiento o necesidad de ese ser humano

Que su legado se convierta en dejar de hablar y empezar a hacer sin descanso como lo hizo él delante de nuestros ojos por 50 años, y eso sin tomar en cuenta su participación en la revolución del 65 donde participó también ametralladora en mano. Este debe ser un día de reflexión, de tomar decisiones para alcanzar las metas que nos propongamos.

Nos dejó dicho Don Freddy que no nos llamemos dominicanos porque sí, sino QUE SEAMOS Y EJERZAMOS SER DOMINICANOS. Me parece que esto último en todos los aspectos de la vida nacional: en la política, en el arte, en lo social... él nos pide hoy más alto que nunca que seamos y que hagamos, no que digamos. La verdad es que pido a Dios que tanto la vida como la desaparición física de Don Freddy nos despierte de este letargo y de esta inercia que no nos lleva a ningún lugar.