Pesadilla


Eran las 7 de la noche y Rogelio aún tenía muchas preguntas sobre la nueva vida que lo recibía...en cosa de días se había sorprendido tanto con tantas cosas, que le parecía haber despertado dentro de los muñequitos de los Jetsons. El tránsito del teléfono de disco a los modernos celulares era algo impensable...y el pick-up que tocaba discos en 45 ahora era sustituído por una computadora portátil que tenía más canciones que 10 mil velloneras. Hasta tenía dos hermanos menores que no conocía! Ciertamente el mundo le había cambiado por completo desde aquella fatídica tarde en que cayó del farallón del Mirador del Sur, pero ahora estaba despierto de nuevo, tenía barba de 5 días y una mente ansiosa por ponerse al día.

- Quiero Helado!!! Tengo tanto tiempo sin darme ese gusto que pudiera comerme 10 cajitas, 7 sundaes y hasta una 1 cassatta, para recordarme del sabor, porque recuerdo que no me gustaban tanto.

- Claro hijo, ahora hay muchas opciones y hasta cadenas internacionales que venden helados riquísimos!

Se hizo un silencio y finalmente Rogelio, comenzó a desternillarse de la risa.

- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!! Conchole Mami, por un chin te creo!!!

- Hijo, ven montate en el carro que tenemos que enseñarte algo de lo que aún no te habíamos hablado.

Lo entretuvieron lo mejor que pudieron hasta llegar a la Hostos y allí vió el local de sus venerados Helados Imperiales cerrado.

- Como así? Estan cerrados hoy???

Se desmontó del vehículo y comenzó a tocar la puerta, primero con mucha decencia pero con ansiedad y ya en cosa de dos minutos golpeaba la puerta verde del local vacío
como un loco, hasta que la realidad le devolvió el golpe, uno solo, y comenzó a llorar como el niño que aún era, atrapado en un cuerpo de adulto. Tambaleando y llotrando con jipíos se volvió hacia el vehículo, y acercandose a su madre con una voluntad que partía el alma, le rogó:

- Mami, por lo que tú más quieras...DILES QUE ME DUERMAN DE NUEVO, PLIS MAMI PLISSSS!!!

Comentarios

Sheila ha dicho que…
Moraleja: La realidad APESTA!

Pero como se supone que debemos vivirla, realmente no tenemos muchas opciones.
3smirn@ ha dicho que…
..unico tuuuu!
Me encanto' el final ...
Moraleja:
"Disfruta las pequeñeces de la vida"...
Unknown ha dicho que…
ohhhhhhhhhhh !!!!!!!!

me MA-TAS-TE :)

Rogelio tendra que aprender a vivir pequeño en cuerpo de adulto...
Héctor Emilio (Motika) ha dicho que…
Muuuuuuy tierno, si me pasaba a mi me da una vaina mala tumbando la puerta primero de Pan Goyita y después de Helados Capri.

Hacía tiempo que no escribías un cuento Cosito. Muy bueno, me recordaste mi infancia correteando en intramuros.
Roger Zayas ha dicho que…
Tremenda Gallarrrrrllllldo!!!!
Excelente historia y mucho mejor foto!...El efx está loquísimo!...

Rogelio!
Claudio T. ha dicho que…
Hola, hace mucho tiempo que recibo sus mails y me gustan mucho por que soy amante de la fotografía...

Me ha inquietado este relato y quisiera saber si es un caso de la vida real.

Saludos,

Claudio T.
Pedro Genaro ha dicho que…
Sheila, vamos a ser justos...algunos retazos de la realidad apestan, jajajajaja!!! Todavía tenemos el helado de Macadamia de Bon para crear nuevas memorias. Para aterrizar tu moraleja, lo chulo de la vida es que tenemos que vivirla, y en el proceso hacerla vivible, esa es nuestra real y única opción, para que no apeste. :-)

3smirn@, pensé que ya no te vería por un buen tiempo...no me abandonesss, mira que pido que me duerman de nuevo!
Buena moraleja, yo siempre he sido un abanderado de los detallitos, las cosas chiquitas...las mentas de guardia, los churumbeles, el recuerdo de una sonrisa, un escote generoso, un arcoiris, un amanecer con cirrosis (con el cielo lleno de cirros), un canto de Ruiseñor (a Limbano Sánchez le va a gustar esta), el sonido de un arroyo, el olor de la lluvia, el friíto de Constanza o de Bahoruco, oir "Flaca" de Calamaro, una ola exhibicionista que muestra su transparencia cuando un rayo de sol la atraviesa por detrás, el olor a café de la cafetera del conde, el sabor de los algodones de azúcar, la satisfacción de pasar una materia con buena nota, contemplar un koi en un estanque y en fin, tantas cosas chiquitas y chulámbricas.

Elia, no fue mi intención, pero gracias! El verdadero Rogelio, de quien tomé el nombre para este relato y quien fue el modelo para la foto, es un tipo tan creativo, que se hace pequeño para reinventarse y apreciar las cosas sencillas, yo doy fe de eso. El del cuento, tendrá que enfrentarse a muchas más cosas aparte de las complejidades de la modernidad, yo creo que tendrá que madurar aceleradamente.

Motika, por igual me recordé de mi infancia en Intramuros. Deja ver..qué extraño yo de esa época? Hummmm, yo creo que la leche rica (que me sabía VERDADERAMENTE RICA) en potes de vidrio. Yo tomaba una de esas para mí y hasta preparaba un chocolate frío ahí mismito, eso no tenía ejemplo.

Gallardo, usted sabe que es parte de la historia. Gracias!

Claudio T., el relato no está basado en un solo hecho de la vida real, pero es una mezcla de varias cosas vividas. Tuve un amigo que efectivamente se cayó del farallón del Mirador, pero aparte de un brazo roto y algunas magulladuras, no hubo mayores consecuencias.

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