5 aventureros

Nos adentramos la noche del viernes a una maravillosa aventura de fin de semana y amanecimos con el arrullo de las cascadas de Caño Hondo y los graznidos de dos Cuervos (Corvus leucognaphalus) bien traviesos que querían tomar el azúcar de nuestro café. Extasiados con la belleza de este lugar salimos un poco tarde hacia Miches, pero como se trataba de una experiencia exploratoria, hicimos el trayecto sin mucha presión. Ya en Miches alquilamos una suite en el Hotel La Loma, que ofrece una vista majestuosa de la ciudad que pueden ver en la foto que acompana el cuento "Renacer". Tan pronto nos instalamos tomamos el rumbo hacia Laguna Redonda, que luego nos dijeron que no, que se llamaba el Limon, cuando en realidad sucede que son dos distintas, así que tenemos pendiente volver a fotografiar la otra que es Laguna Redonda y que es salada, pues se comunica con el Mar a través del Caño Celedonio. Luego de varias paradas para fotografiar Golondrinas, Cuacos y cuantas aves nos posaron, llegamos a Laguna El Limón y de inmediato me monté junto a Miguel Landestoy en un cayuco para conseguir el Gallito de Agua (Jacana spinosa). Hicimos varias fotos pero no muchas quedaron como queríamos, debido principalmente a que había ya poca luz. Eso sí, el atardecer estaba mortal y gracias a Dios pude desmontarme a tiempo del bote para hacer unas tomas con mi lente de ángulo ancho. Al día siguiente volvimos y con la luz excelente de la mañana hicimos unas fotos asesinas, que poco a poco iran viendo.

Desde el punto de vista fotográfico el viaje nos dio innumerables satisfacciones, pero también en el aspecto de la amistad, nos acercó aún más y nos hizo más hermanos.

De izquierda a derecha sobre el muelle, Miguel Angel Landestoy, Jose Miguel Pantaleón y Jose Alney Uribe. Debajo y sentado está Saúl Santana Taveras y parado con la mochila al hombro, un servidor, Pedro Genaro Rodríguez.