Donald Dungan Dod: 1912-2008


Antes de seguir reportando sobre el concierto de anoche quisiera compartir una noticia triste para los que estamos involucrados en la conservación en República Dominicana. Con mucho pesar les comunico el deceso de Donald Dod, la persona que más investigó sobre orquídeas silvestres en República Dominicana. Junto con su esposa Annabelle Dod (un referente obligatorio al hablar sobre Aves de la Hispaniola) dejaron un gran legado didáctico en lo referente al amor por la naturaleza dominicana, principalmente a través de charlas a comunitarios en los campos, cursos en el Museo Nacional de Historia Natural, publicaciones sobre aves y sobre plantas (escribió mucho en "Moscosoa" la revista científica del Jardín Botánico Nacional “Dr. Rafael M. Moscoso” en Santo Domingo y también aportó en "El Naturalista Postal", pero fue en sus artículos titulados "Viajes por el país" en el Suplemento Sabatino del periódico "El Caribe" donde realmente pudieron expresarse con más libertad e impactar más personas).

Tuve la opotunidad de compartir con ambos en el campo y no tengo la menor duda de que sin su inspiración probablemente este blog no existiera, o al menos no tuviera la orientación que tiene. Tanto él como Annabelle (Tudy) Dod recibieron la medalla de Caballeros de Colón, el más alto honor a un civil en la República Dominicana, y además el Parque Nacional Sierra de Bahoruco tiene su nombre.

Comparto con ustedes esta información de Eleuterio Martínez sobre el Parque Donald Dod, pues ya una vez se intentó quitarle el nombre de Donald Dod a Sierra de Bahoruco, lo cual considero un abuso para los familiares de Donald Dod y un irrespeto a una de las personas que más trabajó por la conservación de nuestra biota. Desconozco el estado actual del nombre de este parque, pues solo veo que le llaman "Sierra de Bahoruco", pero quiero que conste que si le quitaron el nombre de Donald Dod, nuestro país solo se ha desprestigiado un poco más:

*Extracto de "La fuerza de una Naturaleza Virgen: Recuento histórico sobre el Parque Nacional Donald Dod, por Eleuterio Martínez.

El Parque Nacional Donald Dod o Sierra de Bahoruco fue creado mediante el decreto presidencial número 1315 del 11 de agosto de 1983, con una superficie de 800 kilómetros cuadrados. Casi tres años después, el 26 de febrero de 1986, se emite el decreto número 155-86 que modifica sus límites para sustraerle 138 kilómetros cuadrados, los cuales ocupaban parte de una propiedad que reclamaba un funcionario gubernamental. Esta medida levantó tanta oposición que durante todo un año la prensa escrita, radial y televisiva se mantuvo informando sobre el daño que la misma le causaba al patrimonio natural del país.
Todo se diluyó con los estudios que posteriormente realizó el ‘‘Proyecto Marena’’, con la asistencia técnica y económica de la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), los cuales fueron compilados y publicados en un documento que establecía el potencial forestal de la Sierra de Bahoruco y las posibilidades de su aprovechamiento. Gracias a Dios era un parque nacional y tales actividades son completamente incompatibles con lo que dispone el artículo 13 de la Ley 67 del 8 de noviembre de 1974, que creó la Dirección Nacional de Parques.

Sin embargo, el 3 de junio de 1996 fue emitido el decreto 233-96 que recogió todas las recomendaciones hechas para proteger la zona de Palma Herrada y parte de la zona de Pelempito que nunca antes estuvo protegida, dándole una superficie de 1,000 kilómetros cuadrados, más una zona de amortiguamiento de 350 kilómetros cuadrados para contener el conuquismo en la zona de Los Arroyos, Aguas Negras, La Altagracia y Las Mercedes.
Y aunque ya suena fastidioso mencionarlo, en honor a la verdad hay que decir que el decreto 319-97 del 22 de julio de 1997, también trató de sustraerle casi 400 kilómetros cuadrados y de quitarle el nombre de Donald Dod a este parque nacional, para dejarlo nuevamente en los 600 a que había sido reducido en 1986. Afortunadamente el Presidente de la República lo suspendió mediante el decreto 394-97, devolviéndole su nombre y la superficie que garantiza la mayor cobertura posible de su biodiversidad.

Foto: Orquídea Psychillis dodii, fotografiada en Matadero de Honduras (Provincia Peravia, República Dominicana).

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Lamento mucho esa valiosa perdida,los conoci personalmente a el y a su esposa Annabelle,hace muchos años,1978-79,fueron personas con un apostolado de servicio y entrega al conocimiento de nuestra flora y fauna,su legado estara' presente en todas las generaciones de nuestro pais.
Nuestra flora y fauna hoy una vez mas,se visten de luto,con esta incalculable perdida.
Mi honra y mi respeto para ellos ,y espero que donde esten,las orquideas y las aves,sean sus eternas compañeras.
Manolo
Saul ha dicho que…
Nunca lo conocí, pero me basta con saber que fué un ferviente defensor y apasionado de la naturaleza, lamentable la pérdida de un vigilante de la tierra.

Saúl Santana Taveras
Anónimo ha dicho que…
No le conocí personalmente y tampoco a su esposa Annabelle, pero por el legado que dejaron a nuestro pais y al mundo, es obvio entender que esos eran unos señores fuera de serie. Hicieron de su oficio un sacerdocio digno de emular. Como dominicana, agradezco infinitamente a esos señores, la labor que realizaron en nuestro pais.

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