Una catilinaria memorable


Era el primer domingo de adviento (30 de Noviembre) de 1511, y al subir al púlpito el padre dominico Fray Antón de Montesinos llevaba en su poder una copia del sermón que estaba a punto de ofrecer ese día...firmado por los demás miembros de su congregación. El título: Ego vox clamantis in deserto (Soy la voz que clama en el desierto). Luego de introducir su prédica con las acostumbradas reflexiones relativas al adviento, comenzó el sacerdote un histórico boche a los españoles habitantes de esta ciudad de Santo Domingo, enfatizando que eran un desierto sus conciencias por la forma tan desalmada en que trataban a los indios. Las represiones militares, el descenso de la natalidad, el sistema abusivo de explotación del indígena en el trabajo, sumados a la flaqueza y debilidad natural del mismo indígena fueron la causa del descenso demográfico vertiginoso que afectó a la población aborigen de Santo Domingo. Fueron sus palabras punitivas y terribles que escaldaron las almas de quienes le oyeron.

"Esta voz, dijo él, que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos en sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y creador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen almas racionales? ¿No estáis obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño tan letárgico dormidos? Tened por cierto, que en el estado [en] que estáis no os podéis más salvar que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo".

Luego de la misa se reunió un grupo con el Almirante Don Diego (llámenme cabaloso si quieren, pero ese apellido no lo escribo yo, mucho menos a punto de comenzar un nuevo año. Por cierto que el título fue heredado de su padre Cristóbal) y decidieron ir a reprender al predicador (presumiblemente al convento de los dominicos). Al llamar a la puerta y preguntar por el Padre Montesinos el portero les dijo que no estaba disponible, y entonces preguntaron por su superior. Así fue como vino a atenderles el vicario Fray Pedro de Córdoba y luego de escuchar la perorata sin fin de estos representantes que exigían que el padre se desdijese de su sermón y que si no lo hacía que mejor recogieran los padres sus cachivaches y se fueran a España...(agresivos los representantes, realmente debió darles mucho pique el sermón) decidieron que el Padre Montesinos les respondiera de la manera más correcta al siguiente domingo.

El domingo siguiente la Iglesia estaba totalmente llena, como la misa de las 11 de la Parroquia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote (valga la publicidad gratuita), pero en vez del padre Gerry, todos querían ver al padre Montesinos humillado retractandose de cuando había dicho el domingo anterior (jajaja! ilusos...). Pues para no cansarles el cuento...lejos de arrepentirse el Padre Montesinos vino arrevesao de allá p'acá...y comenzó su sermón con una sentencia del libro de Job (capítulo 36, versículo 3) que reza así: * Repetam scientiam meam a principio et sermones meos sine mendatio esse probabo: "Tornaré a referir desde su principio mi ciencia y verdad, que el domingo pasado os prediqué y aquellas mis palabras, que así os amargaron, mostraré ser verdaderas". Inmediatamente se dieron cuenta de que el padre Montesinos, lejos de volver sobre sus palabras, venía como un cuchillo de cortante y tuvieron que chuparse el sermón completo y sudar albóndigas (perdonando estos tecnicismos), pues además aportó el sacerdote razones contundentes que fundamentaban su sermón anterior. Muy duro debió ser para esas personas que les dieran ese sopapo tan contundente desde el púlpito. La narración de estos sucesos nos llega a través de Fray Bartolomé de Las Casas. Pueden encontrar la historia completa aquí.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Allì comenzò la teologia de la liberaciòn y no a mediados de los 60s como muchos suponen.. Anticipò a Leonardo Boff con 4 siglos y pico de diferencia..

Lo penoso es que estos casos memorables son la excepcion y no la regla en cualquier sociedad e institución. Lo facil es cerrar los ojos y abrir la boca para siempre corroborar lo politicamente correcto. Lo normal es que el fraile para la epoca hiciera los mismos honores que hoy religiosos y politicos hacen para salir en las revistas de sociedad,.. lo cual no es otra cosa que postrarse ante la corriente dominante.

Es animador saber que siempre han existido roscaizquierdas, irreverentes, renegados y gente con nociòn de lo que moralmente el hombre esta obligado a hacer por su semejante..
Jose A. Uribe ha dicho que…
Ego vox clamantis in deserto

Sacas del archivo a Fray Antón de Montesinos, y logras hacernos verlo, no sólo como el monumento, o el personaje histórico perdurable, lo humanizas contrastando con generaciones actuales de amados roscaizquierdas (Padre Jerry), ambos son trascendentales.

Me encantó el post y el comentario "Anónimo" :( . Eso es lo que enriquece.

El título de la crónica me sugirió buscar el mataburros, porque esta palabrita de año nuevo, corta circuito está buena:

catilinaria.
1. adj. Se dice de las oraciones pronunciadas por Cicerón contra Catilina. U. m. c. s. f.

2. f. Escrito o discurso vehemente dirigido contra alguna persona.

Seguimos conectando....

vehemente.

(Del lat. vehĕmens, -entis).

1. adj. Que tiene una fuerza impetuosa. Un discurso vehemente.

2. adj. Ardiente y lleno de pasión.

3. adj. Dicho de una persona: Que obra de forma irreflexiva, dejándose llevar por los impulsos.

memorable.

(Del lat. memorabĭlis).

1. adj. Digno de memoria.

Real Academia Lengua Española

Cuantas cosas dice el título de tres palabras!!!

Saludos
Jose A. Uribe ha dicho que…
ooops. Aparecía anónimo pero ya no!!!.
Excelente Jose Luis
Anónimo ha dicho que…
Asere..Interesantisimo..Temas de interes eh..Aunq un tanto distante..me recuerda, algunos primores..tanto viejitos, profundos pero edificantes..q sumbo el Paulo Freire..con su obrita "Pedagogia del oprimido"..1970..

Exitos,
Pedro Genaro ha dicho que…
José Luis, Jesús anticipó a Boff (y a Freire) con 19 siglos y pico...tremendo roscaizquierda! Considerando que la Santa Tríada es un solo Dios y que el hijo vino a ejecutar los deseos de su padre que era crear una NUEVA ALIANZA con la humanidad entonces Dios es el roscaizquierda por antonomasia y nosotros, hechos a imagen y semejanza suya y además con libre albedría debemos estar siempre del lado de los mejores intereses de la creación, protegiendo el mundo y por consiguiente la naturaleza y el hombre. Cuantas cosas interesantes nos puede dejar ser roscaizquierdas, incluyendo un mundo mejor, cambios climáticos menos intensos. Los pobres del mundo son aún más pobres con un mundo degradado y las pasadas tormentas son un testimonio palpable y actual de esto.

Tratemos de unirnos a esta voz de 1511 o la de Gerry del 2008 para que no clamen en el desierto sino en almas fértiles llenas de esperanza.

Qué buen principio de año leyendo los comentarios de los "Tres Joses", qué Joyuelas me han dejado de desayuno!
Pedro Genaro ha dicho que…
José Uribe, se me olvidaba mencionar que esa palabrita dominguera (catilinaria) se la debo al Rvdo. Padre Jesús Gómez, profesor de último año de bachillerato. En su forma más esencial...significa un "boche".

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